¿Por Qué Los Atletas Profesionales Usan La Terapia De Ventosas?
Las ventosas son una forma de medicina tradicional que ha sido una característica de los sistemas médicos en Oriente Medio, Asia y Europa durante miles de años [1]. Debido al uso de la técnica por atletas profesionales, quizás más notablemente por el nadador Michael Phelps durante los Juegos Olímpicos de 2016, las ventosas han ganado popularidad [1, 2]. Tiene una amplia variedad de supuestos beneficios, pero no está claro hasta qué punto la ciencia ha corroborado estos beneficios [1]. Este artículo explorará por qué los atletas profesionales han recurrido cada vez más a la terapia de ventosas y si sus decisiones al respecto están respaldadas por evidencia científica.
Hay al menos diez formas diferentes de terapia con ventosas [3]. Se diferencian entre sí en términos del tipo de copa utilizada (como bambú, vidrio u otros materiales), fuerza de succión y temperatura de las copas [1]. La forma más común de ventosas ocurre cuando el calor crea una succión que ancla cada ventosa a la piel del paciente [1]. Además del calor, la succión también se puede crear mediante bombeo eléctrico o mecánico [1].
Algunos de los supuestos beneficios de la terapia con ventosas incluyen reducción del dolor, mejora de la regeneración muscular y flujo sanguíneo alineado [1, 3]. Se han realizado varios experimentos, algunos de los cuales incluían a atletas profesionales como sujetos, para probar si estos efectos están corroborados. Cramer y col. encontraron que los que padecían dolor de cuello crónico informaron una disminución de la discapacidad funcional y la intensidad del dolor, y una mejor calidad de vida física, después de recibir la terapia de ventosas [4]. Kim y col. compararon las ventosas con las almohadillas térmicas y descubrió que las primeras son un medio más eficaz para mejorar el dolor de cuello y la función a las tres y siete semanas después del tratamiento [4]. Moura y col. también informaron que un metaanálisis sugirió que las ventosas tenían efectos positivos sobre el dolor de espalda crónico: los pacientes que recibieron terapia de ventosas experimentaron dolor lumbar y cervical menos pronunciado que aquellos que no recibieron ningún tratamiento [4].
A pesar de estos hallazgos positivos, también existe evidencia significativa que apunta a la ineficacia de las ventosas. Por ejemplo, Williams et al. encontraron que la aplicación de ventosas no tiene un efecto distinguible sobre las lesiones de los músculos isquiotibiales de los jugadores de fútbol universitario en comparación con ningún tratamiento [5]. Además, la evidencia permanece sin estandarizar, con factores importantes como tiempos de seguimiento, técnicas y tamaños de muestra que difieren entre los experimentos [4]. Un análisis que combinó todos los ensayos controlados aleatorios sobre la terapia de ventosas desde el inicio de varias bases de datos en línea hasta diciembre de 2016 no encontró un consenso claro sobre si las ventosas son una forma de terapia aconsejable para los atletas [1].
Para complicar las cosas, es posible que los entrenadores atléticos no tengan un conocimiento completo de la investigación sobre la terapia de ventosas para los atletas profesionales. Cage y col. encontraron que, entre 45 entrenadores atléticos que respondieron preguntas relacionadas con los efectos de las ventosas, los entrenadores respondieron las preguntas con una tasa de precisión de menos del 75% en promedio [6]. Los formadores carecían de conocimientos sobre temas como cuándo prescribir la terapia con ventosas [6]. Si bien la tasa de eventos adversos asociados con la terapia con ventosas es baja, la aplicación incorrecta de la técnica puede impedir que los atletas utilicen técnicas de recuperación más sólidas [4].
Dada su prominencia en los medios de comunicación y sus supuestos efectos diversos, es comprensible por qué los atletas profesionales recurren a las ventosas. Sin embargo, considerando que la terapia con ventosas requiere más investigación, este método puede no ser el enfoque adecuado para todas las situaciones en las que se utiliza. Antes de probar la terapia de ventosas, los atletas profesionales deben buscar entrenadores atléticos bien versados en la literatura científica para asegurarse de que el tratamiento sea apropiado para sus condiciones.
Referencias
[1] R. Bridgett et al., “Effects of Cupping Therapy in Amateur and Professional Athletes: Systematic Review of Randomized Controlled Trials,” The Journal of Alternative and Complimentary Medicine, vol. 24, no. 3, p. 208-219, March 2018. [Online]. DOI:10.1089/acm.2017.0191.
[2] V. Williams, “Olympic Athletes and Cupping: Does It Work?,” Mayo Clinic, Updated August 8, 2016. [Online]. Available: https://newsnetwork.mayoclinic.org/discussion/olympic-athletes-and-cupping-does-it-work/.
[3] P. Mehta and V. Dhapte, “Cupping therapy: A prudent remedy for a plethora of medical ailments,” Journal of Traditional and Complementary Medicine, vol. 5, no. 3, p. 127-134, July 2015. [Online]. DOI:10.1016/j.jtcme.2014.11.036.
[4] D. P. Trofa et al., “The Evidence for Common Nonsurgical Modalities in Sports Medicine, Part 2: Cupping and Blood Flow Restriction,” Journal of the American Academy of Orthopedic Surgeons Global Research Review, vol. 4, no. 1, p. 1-9, January 2020. [Online]. DOI:10.5435/JAAOSGlobal-D-19-00105.
[5] J. G. Williams et al., “The Effects of Cupping on Hamstring Flexibility in College Soccer Players,” Journal of Sport Rehabilitation, vol. 28, no. 4, p. 350-353, December 2018. [Online]. DOI:10.1123/jsr.2017-0199.
[6] S. A. Cage et al., “Athletic Trainers’ Perceived and Actual Knowledge of Cupping Therapy Concepts,” The Journal of Sports Medicine and Allied Health Sciences, vol. 5, no. 3, p. 1-10, March 2020. [Online]. DOI:10.25035/jsmahs.05.03.06.