Entrenamiento de Fuerza para Controlar el Dolor de la Hemofilia
La hemofilia es un trastorno grave que puede tener un gran impacto en la salud, la función física y el bienestar general de una persona. La enfermedad generalmente se hereda y es causada por una mutación en un gen que codifica un factor de coagulación, lo que resulta en una proteína de coagulación alterada o ausente (CDC, Srivastava). Como resultado, las personas con hemofilia pueden experimentar sangrado espontáneo o sangrado excesivo después de lesiones o cirugía (CDC, Srivastava, Calatayud). Aunque la hemofilia a menudo se asocia con el entorno médico, sus impactos en los músculos y las articulaciones también hacen que la fisioterapia y el entrenamiento de fuerza sean una parte fundamental del tratamiento.
Debido a su naturaleza ligada al cromosoma X, la enfermedad es significativamente más común entre los hombres y ocurre en aproximadamente 1 de cada 5,000 nacimientos masculinos (CDC). Fisiológicamente, los pacientes tienen niveles bajos de factor VIII de coagulación, que produce hemofilia tipo A, o factor IX, que produce hemofilia tipo B (CDC, Srivastava). Aunque el tratamiento de la enfermedad en sí implica infusiones del factor de coagulación faltante, los expertos recomiendan un enfoque holístico para prevenir complicaciones y garantizar que las personas con hemofilia tengan una vida plena y saludable (CDC). El sangrado causado por la hemofilia ocurre con mayor frecuencia en las articulaciones y los músculos, especialmente en las articulaciones articuladas como el tobillo, la rodilla y el codo (Srivastava, Calatayud), que puede causar hinchazón, dolor y opresión, así como enfermedad articular crónica (CDC). Como resultado, se alienta a los pacientes a hacer ejercicio y mantener un peso saludable para proteger sus articulaciones, promover músculos fuertes, mantener una buena densidad ósea, desarrollar la coordinación y mejorar la condición física (CDC, Srivastava). Desafortunadamente, los síntomas de la hemofilia pueden iniciar un ciclo de «dolor, inactividad física, debilidad muscular, atrofia muscular y aumento del riesgo de hemorragia» (Calatayud). Por lo tanto, los investigadores han buscado determinar enfoques de entrenamiento de fuerza y fisioterapia que eviten exacerbar los síntomas de la hemofilia.
Un estudio piloto realizado por el Centro Nacional de Hemofilia de Israel probó si la fisioterapia de resistencia progresiva sería adecuada para los pacientes y descubrió que la fuerza muscular aumentaba, especialmente alrededor de las articulaciones objetivo, mientras que la frecuencia y la gravedad de las hemorragias disminuían (Tiktinsky).
Tras estos prometedores resultados preliminares, un estudio más amplio de Catayud et al. Examinaron el efecto del entrenamiento de fuerza de intensidad progresiva utilizando resistencia elástica. El entrenamiento de fuerza puede “disminuir la cantidad de células inflamatorias circulantes, reduciendo o previendo las hemorragias y el dolor asociado”, pero se necesita suficiente cantidad e intensidad de ejercicio “para indicar adaptaciones morfológicas y neurales adecuadas” (Catayud). Los investigadores se centraron en la resistencia elástica para minimizar la fuerza de impacto y el riesgo de accidentes. 20 pacientes con hemofilia fueron asignados al azar al grupo de intervención o al grupo de control, y el grupo de intervención se sometió a entrenamiento de fuerza 2 días a la semana durante 8 semanas con una intensidad que aumenta gradualmente, mientras que el grupo de control continuo con su rutina diaria habitual. Después de 8 semanas, los pacientes del grupo de intervención vieron mejoras estadística y clínicamente significativas en la fuerza en casi todas las articulaciones, así como en otras medidas de capacidad funcional. Además, este grupo experimento beneficios psicológicos en forma de mayor reducción del dolor, estado general autoevaluado y deseo de hacer ejercicio en comparación con el grupo de control (Catayud). A pesar de utilizar intensidades y volúmenes mas altos que en estudios anteriores, no se produjeron eventos adversos, lo que sugiere que una buena cobertura con factor de coagulación permite a los pacientes realizar de forma segura ejercicio moderadamente extenuante (Catayud, Srivastava).
La fisioterapia tiene una amplia gama de aplicaciones, desde la rehabilitación después de lesiones agudas hasta el acondicionamiento a largo plazo para enfermedades crónicas. Para los pacientes con hemofilia, la fisioterapia maneja los efectos secundarios potencialmente debilitantes del dolor articular y la enfermedad articular crónica.
Referencias
Calatayud, J.; Pérez-Alenda, S.; Carrasco, J. J.; Cruz-Montecinos, C.; Andersen, L. L.; et al. Safety and Effectiveness of Progressive Moderate-to-Vigorous Intensity Elastic Resistance Training on Physical Function and Pain in People With Hemophilia. Physical Therapy. September 2020, vol. 100, no. 9, pp. 1632-1644. DOI:10.1093/ptj/pzaa106
Centers for Disease Control and Prevention. “Hemophilia Centers for Disease Control and Prevention, National Center on Birth Defects and Developmental Disabilities. Reviewed on July 17, 2020. Available: https://www.cdc.gov/ncbddd/hemophilia/facts.html
Srivastava, A.; Brewer, A. K.; Mauser-Bunschoten, E. P.; Key, N. S.; Kitchen, S.; et al. Guidelines for the management of hemophilia. Haemophilia. January 2013, vol. 19, no. 1, pp. e1-e47. DOI: 10.1111/j.1365-2516.2012.02909.x
Tiktinsky, R.; Falk, B.; Heim, M; Martinovitz, U. The effect of resistance training on the frequency of bleeding in haemophilia patients: a pilot study. Haemophilia. January 2002, vol. 8, no. 1, pp. 22-27. DOI: 10.1046/j.1365-2516.2002.00575.x