Terapia Cognitiva Funcional en Fisioterapia
Tradicionalmente, el manejo del dolor lumbar y otras condiciones crónicas que requieren terapia a largo plazo se ha abordado de manera unidimensional, con énfasis solo en los movimientos físicos o el ejercicio. Por lo tanto, las personas que no responden a estos métodos generalizados pueden tener dificultades para encontrar un tratamiento que se adapte a su condición. La terapia cognitiva funcional fue desarrollada recientemente por Peter O’Sullivan, fisioterapeuta musculoesquelético e investigador clínico, en respuesta a esta necesidad.
La terapia cognitiva funcional tiene como objetivo proporcionar atención individualizada que tenga en cuenta los antecedentes biopsicosociales únicos de cada paciente dentro de la práctica del fisioterapeuta. Por ejemplo, un fisioterapeuta que practica la terapia cognitiva funcional puede considerar la herencia, el comportamiento y el estado socioeconómico de su paciente al considerar los planes de tratamiento. Este enfoque también le permite al terapeuta identificar y ayudar a mitigar los miedos, creencias y comportamientos que podrían haber llevado a resultados de tratamiento desfavorables en el pasado. Se puede incorporar una variedad de técnicas terapéuticas psicológicas tradicionales en las sesiones de terapia cognitiva funcional, como las entrevistas motivacionales, para ayudar al cliente a descubrir e interiorizar el impulso para realizar cambios conductuales positivos.
Aunque el enfoque de la terapia cognitiva funcional puede variar según el fisioterapeuta, hay algunos pasos clave que son fundamentales para la mayoría de las prácticas. Los pacientes se evalúan primero mediante la realización de una tabla de dolor corporal y un cuestionario multidimensional para evaluar tanto el estado físico como las emociones del paciente en torno al dolor, el manejo del dolor y sus creencias sobre la terapia, respectivamente. La entrevista puede comenzar luego dándole al paciente una pauta abierta, como «cuénteme su historia», y luego proceder con preguntas más específicas, sin prejuicios. El fisioterapeuta puede entonces evaluar qué tipo de obstáculos físicos, emocionales y mentales obstaculizan el progreso del paciente. Luego, estos obstáculos pueden abordarse ayudando al paciente a comprender mejor su propio dolor, iniciando una exposición controlada a movimientos o posiciones temidas por el paciente, o discutiendo los posibles cambios en el estilo de vida que conducen a un mejor manejo del dolor (como un mayor ejercicio).
Los ensayos aleatorizados han demostrado que la terapia funcional cognitiva ha mejorado la eficacia a largo plazo en comparación con la fisioterapia manual y basada en ejercicios. De manera similar, los pacientes que se someten a terapia cognitiva funcional informan una mejor capacidad para controlar y comprender su propio dolor. Estos hallazgos sugerirían que la terapia cognitivo-funcional es una opción atractiva para los pacientes que están considerando la fisioterapia, particularmente aquellos que experimentan condiciones crónicas que no han tenido éxito con los métodos terapéuticos tradicional
Referencias
i O’Sullivan P (2005). Diagnosis and classification of chronic low back pain disorders: maladaptive movement and motor control impairments as underlying mechanism. Manual therapy, 10(4), 242–255. https://doi.org/10.1016/j.math.2005.07.001
ii Peter B O’Sullivan, J P Caneiro, Mary O’Keeffe, Anne Smith, Wim Dankaerts, Kjartan Fersum, Kieran O’Sullivan (2018). Cognitive Functional Therapy: An Integrated Behavioral Approach for the Targeted Management of Disabling Low Back Pain, Physical Therapy, Volume 98, Issue 5, Pages 408–423, https://doi.org/10.1093/ptj/pzy022
iii Fersum K, O’Sullivan P, Kvåle A, Skouen J (2009). Inter-examiner reliability of a classification system for patients with non-specific low back pain. Man Ther. 14:555–561.
iv Bunzli S, McEvoy S, Dankaerts W, O’Sullivan P, O’Sullivan K (2016). Patient perspectives on participation in cognitive functional therapy for chronic low back pain. Phys Ther. 96:1397–1407.