Rehabilitación Después de Lesiones Deportivas
Las lesiones deportivas son aquellas lesiones difusas sufridas durante la actividad recreativa. Esto a menudo incluye lesiones agudas en el sistema musculoesquelético. Sin embargo, el término no abarca todo y a menudo puede incluir lesiones que se observan en patologías crónicas degenerativas y condiciones de uso excesivo. Al evaluar las lesiones deportivas, se debe prestar atención a la historia y el mecanismo de lesión, en conjunto con el examen físico y funcional, para determinar la gravedad del daño. Hay muchas causas y tipos de lesión deportiva. En este artículo se tratarán los principios de gestión de la rehabilitación de lesiones deportivas.
La rehabilitación después de una lesión deportiva se lleva a cabo según un modelo de tres etapas que abarca la etapa aguda/inicial, la etapa de recuperación y, por último, el retorno al nivel de actividad anterior. La duración de cada etapa varía según la gravedad de la lesión, las necesidades iniciales de manejo, así como las necesidades de recuperación esperadas. La fase aguda suele durar de 24 a 72 horas. Durante este tiempo, se permite tiempo para que el tejido lesionado sane, con una reducción del dolor y la mejora del rango de movimiento. El equipo médico evaluador/interventor prescribe las precauciones específicas de movimiento a observar e informa al paciente. Si es necesario, se fabrican y se dispensan dispositivos médicos de apoyo. A menudo, se aplica el manejo descrito en inglés con el nemotécnico PRICE (protección, reposo, hielo, compresión y elevación). También se utilizan medicamentos, inyecciones, terapia manual y modalidades físicas. Las terapias específicas están dirigidas a la movilización de fluidos, reducción del dolor y mejora del rango de movimiento dentro de las precauciones prescritas.
La siguiente etapa es la de recuperación y a menudo es la etapa más larga de la rehabilitación. Las terapias se enfocan en la restauración de la fuerza, la resistencia, el rango de movimiento y la función. La reducción del dolor no es le objetivo principal y se alienta la participación en el proceso de rehabilitación para maximizar la mejora. La cicatrización de tejidos todavía continúa en esta etapa y determinará los tipos de tratamientos recomendados. El tratamiento es dirigido por un profesional médico (por ejemplo, médico de medicina deportiva) a través de la coordinación con fisioterapeutas y terapeutas ocupacionales. Las terapias comienzan inicialmente en la categoría pasiva y luego pasan a tratamientos activos. Los ejercicios de fuerza avanzan de isométricos a isotónicos; los ejercicios comienzan en cadena cerrada para proteger el segmento lesionado, antes de avanzar a los ejercicios de cadena abierta. Se hace hincapié en corregir patrones de movimiento erróneos en lugar de crear nuevos patrones de movimiento.
La fase final de rehabilitación después de una lesión deportiva es el mantenimiento y la progresión hacia la recuperación del nivel de actividad previo a la lesión. Durante esta etapa, el tratamiento se centra en abordar el movimiento funcional restante y las anomalías de la cadena cinética. Más adelante en esta etapa, se abordan la fuerza, el equilibrio, la potencia, la resistencia y el rango de movimiento, haciendo énfasis en la técnica adecuada y la reintroducción de las actividades previas a la lesión. Por ejemplo, estas actividades pueden incluir ejercicios modificados para deportes específicos, incluida la práctica deportiva. Se logra el retorno completo a la actividad cuando la actividad se puede realizar repetidamente sin dolor y cuando hay un nivel aceptable de fuerza, flexibilidad, fuerza y propriocepción. Completar esta fase a menudo se convierte en el «programa de mantenimiento» del paciente.
Las lesiones deportivas se ven a menudo como patologías del sistema musculoesquelético que se producen después de lesiones agudas, crónicas o de uso excesivo en la actividad recreativa. La clave para evaluar las lesiones deportivas es obtener un historial completo y el mecanismo de la lesión, así como examinar la zona dañada para determinar la gravedad. La evaluación inicial y el manejo guiarán el proceso de rehabilitación resultante. La rehabilitación se divide en tres fases, con objetivos dirigidos al retorno al nivel de actividad previo. Es importante tener en cuenta que la lesión deportiva abarca una amplia variedad de patologías. La discusión anterior sirve como una estructura general de rehabilitación, pero profesionales médicos y de rehabilitación deben coordinar la gestión específica de cada fase.
Referencias
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- McMullen, J, Uhl, TL: A kinetic chain approach for shoulder rehabilitation. J Athl Train 35(3): 327-337, 2000.
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- Braddom, RL, Chan, L, Harrast, MA: Physical medicine and rehabilitation. Philadelphia, 2011: Saunders/Elsevier.